Muy satisfecho. Así se presentó Angel Alcázar, entrenador del Cacereño, en la comparecencia ante la prensa tras el partido. "Hemos hecho el partido que había que hacer. La eliminatoria la hemos controlado en todo momento", dijo a modo de resumen no solo del partido de ayer, sino también de la ida disputada en Haro siete días antes.

"Espero que esto nos de una buena inyección de moral para la tercera eliminatoria", apuntó Alcázar, que añadió que el rival, que se conocerá esta tarde, le da igual, "porque a estas alturas todos son difíciles".

Explicó que las individualidades fueron las que ayer decidieron el partido, como las de Rocha. "Está en un gran momento de forma, se cuida mucho. Está dando lo que esperábamos de él desde el principio y por eso estamos orgullosos", indicó.

Sobre la ausencia de Toni en el próximo partido por acumulación de amarillas dijo que ya no vale lamentarse y que cuenta con recambios, como Rubén --"que atraviesa un gran momento"-- y Rai, del que dijo que "tiene que trabajar para recuperar el puesto que le han quitado otros que ahora mismo están mejor físicamente que él".

Mientras, en entrenador del Haro, Iñaki Santibáñez, reconoció que a su equipo le faltó pegada, "justo lo que sí ha tenido el Cacereño". "La aportación ofensiva de mi equipo ha dejado bastante que desear", aseguró, a la vez que deseó suerte al conjunto verde para la siguiente ronda de la fase de Ascenso.