Tecleó 36 respuestas, incluida la despedida, en apenas una hora. Angel Alcázar (Madrid, 1967), actual entrenador del Cacereño, fue tan rápido ayer en el videochat de EL PERIODICO como cuando correteaba la banda izquierda ya fuera en el equipo al que ahora entrena, en el Sporting de Gijón o en el Cádiz, por citar algunos nombres de clubs que jalonaron una carrera que, como futbolista, le llevó a acumular más de 200 partidos en Primera.

Ahora es el líder del grupo extremeño de Tercera División. "Es pronto para hablar de liguilla, pero los presentimientos son buenos", reflexiona de inicio. "Todo se puede mejorar, pero estoy muy orgulloso de la plantilla actual y seguro que tirarán sin refuerzos", añade cuando se le cuestiona sobre si ve necesarios fichajes para encarar la meta indisimulada del ascenso.

El técnico, que se considera extremeño por tener sus raíces reales en Herrera del Duque, sale al paso de los que opinan que es defensivo. "Yo no me considero de esa forma, juego con los futbolistas que considero en cada momento, pero nunca salgo a empatar un partido", dice este exlateral izquierdo que reconoce que, a finales de los 80, firmó en el Cacereño "uno de mis mejores años como jugador".

No se moja a la hora de decidir si es mejor jugar por la mañana (el club lo ha cambiado). "Es cuestión de afición; ellos son los que tienen que decidir", aunque sí en otros temas, como el de uno de sus exclubs, el Extremadura, ahora en Preferente. "Es una cuestión de gestión, deberían dejar ya al equipo, que quiere salir adelante sin deudas", y más adelante explica: "creo que hay una alternativa en la ciudad y hay que apostar por ellos; los otros tienen muchas deudas y es mejor que desaparezca".

Cuestionado por el deporte extremeño, afirma: "estamos en un momento delicado, pero la situación no es mala; seguro que iremos hacia arriba". Y así se contestó, con sonrisas y, sobre todo, rapidez.