No era timidez. Todo era culpa de los efectos perniciosos del jet lag, tras un largo viaje desde EEUU. Avalada por el anillo de la WNBA y llamada a ser una de las estrellas del club extremeño y de la propia Liga Femenina, la presentación de Alexis Jones pasó por ser la más extraña --y monosilábica-- de la historia del Nissan Al-Qazeres.

«¿Como se ha encontrado en estos primeros dos días en Cáceres?», se cuestionaba a la escolta estadounidense como primera pregunta. La base Carla Nascimento, que ejercía de traductora, apenas pudo trasladar a los periodistas un «bien» de la boca de la jugadora. Y así todo.

Casi aturdida y tapándose la cara constantemente debido al cansancio acumulado, a Jones se le puede pedir que intente anotar con entusiasmo y acierto en la cancha, no que transmita mucho fuera de ella. Ni una sola sonrisa, ni un gesto cómplice, aunque esto realmente no sea lo importante. Lo verdaderamente sustancial lo había hecho en los primeros entrenamientos, donde ya ha lucido su enorme talento, aseguran desde dentro de la entidad.

Su entrenador, Jacinto Carbajal, parece feliz por su llegada y aportación, que nadie duda que hará crecer a la plantilla. «Esperemos que aporte anotación y tiro exterior. Nos dará asistencias». Lo hará, al menos sobre el papel, desde mañana mismo en la pista del Sant Adriá, en la cuarta jornada liguera. Se espera que la baloncestista pueda descansar bien esta noche tras un largo viaje en autobús hasta Cataluña, donde el equipo extremeño juega en jornada dominical a partir de las 12.00.

Carbajal lamentó que no hubiera llegado antes la escolta americana, pero ya se le intuye tranquilo. De momento, espera que se puedan corregir los errores del principio del campeonato, aunque realmente lo único malo se produjo el pasado fin de semana en casa en el duelo ante el Cadi-La Seu. En el debut en Madrid ante el Promete hubo exhibición ofensiva, además de victoria, y ante el Perfumerías Avenida de Salamanca perder era absolutamente lógico, pues enfrente estaba el campeón de todo.

«Podemos hacerlo bien, con buenas armas en defensa y juego rápido». Alargando la respuesta de Jones todo lo humantamente posible, Carla exhibía su característica sonrisa que, en cierto modo, compensaba el problema de comunicación.