El Cacereño se salta la norma y ayer, utilizando la expresión del vicepresidente deportivo, Juan Ojalvo, tuvo una "fiestecilla" para celebrar dos éxitos de su cantera en tiempos de crisis galopante de su máximo representante y muchas dudas sobre su futuro más inmediato.

De un lado, el equipo juvenil, quinto en la segunda categoría autonómica y que, con el puesto logrado, estará de nuevo en la primera. De otro, el cadete, brillante campeón de los Juegos Deportivos Extremeños (Judex). Técnicos y jugadores de ambos conjuntos se reunieron ayer en el Príncipe Felipe para jugar un partidillo de entrenamiento y tomar un refrigerio para festejar los éxitos.

"El primer equipo les iba a hacer el pasillo el domingo, pero con la desgracia de la muerte del hijo del presidente la cosa no estaba como para fiestas", explica Ojalvo. En ambiente de camaradería y satisfacción ayer sí tuvo lugar la "fiestecilla" de los dos equipos representativos del histórico club, que en su máximo exponente, a falta del último partido del fin de semana en Santa Marta, vive con la pesada losa del fracaso. El técnico Miguel Angel Mateos, mientras, espera acontecimientos.