El Alinghi ganó hoy el punto definitivo ante el Emirates Team New Zealand, en una regata muy reñida y con un final de infarto, y consiguió retener la Copa del América en Europa después de imponerse 5-2.Neozelandeses y suizos protagonizaron una de las regatas más reñidas de la historia de la competición, en la que se vivió la esencia del match race con situaciones límite propias de esta competición, cambios de viento, roturas y penalizaciones, que cambiaron el escenario de la prueba en varios momentos.

Al final, apenas dos segundos de ventaja -casi se tuvo que recurrir a la foto finish- fueron suficientes para que el Alinghi lograra un agónico triunfo y pudiera retener en su poder la 'Jarra de las Cien Guineas'.

La que a la postre sería la última regata de la 32 Copa del América, comenzó con una intensidad de viento de entre 14 y 15 nudos, que tuvo momentos de mayor fuerza, y muchas olas, que hacían más complicada la navegación.

El Emirates Team New Zealand se jugaba todo a una carta y ya en el cajón de pre-salida dejó patente sus intenciones y controló la salida, aunque ambos barcos cruzaron muy igualados la línea, los neozelandeses por la izquierda y los suizos por la derecha.

La carrera de velocidad de los primeros instantes de la ceñida (contra el viento) carecía de líder, unos metros para el SUI-100 que luego eran a favor del NZL-92 y volvían a alternarse hasta que el barco 'kiwi' se escapó favorecido por un role de viento a la izquierda y se colocó con cincuenta metros de ventaja.

Pero Alinghi inició una guerra de viradas, a las que respondió New Zealand y viceversa, que sirvió para que el SUI-100 dejara evidencias de su velocidad y recortara distancias a cada maniobra.

La estrategia de Alinghi era acorralar al New Zealand fuera del layline (límite campo regatas) izquierdo para virar y encarar a boya, pero el patrón neozelandés, Dean Barker, supo salir airoso.

A pocos metros de la baliza, ambos barcos se quedaron parados aunque el Alinghi, con preferencia de paso, arrancó antes para montar la boya siete segundos por delante de los neozelandeses.

Con unos cincuenta metros de ventaja para los suizos, se inició el tramo de empopada (a favor del viento), con ambos barcos navegando en paralelo al layline izquierdo hasta que se encaminaron hacia el centro del campo.

Un problema técnico en una maniobra, hizo que el spi (vela en forma de globo) del barco suizo que patronea Ed Baird tuviera problemas para seguir hinchado, momento que aprovechó el New Zealand acercarse y desventarle (quitar aire limpio), neutralizar su desventaja y ponerse por delante por primera vez en este tramo.

Ese cambio de liderato se produjo momentos antes de llegar a la puerta de sotavento, que el NZL-92 pasó por la boya de la izquierda con 14 segundos de ventaja sobre el SUI-100, que optó por la baliza de la derecha.

El Alinghi obligó a Barker, que mantenía su nave a una eslora de ventaja (unos veinticinco), a hacer una virada de control, lo que dio pie a iniciar un tramo de cruces calcado al de la primera ceñida, con los neozelandeses defendiendo su ventaja y los suizos tratando de sacar provecho por la derecha.

Y lo consiguió. Aunque navegaban por detrás, estaban a la derecha de su rival y con preferencia de paso, lo que le daba prioridad a la hora de montar la baliza. Pero además, cuando New Zealand, que iba pasado del layline, viró -no tenía otra opción pero tampoco espacio-, el Alinghi se vio obligado a cambiar su rumbo y pidió una penalización, que le fue concedida.

El NZL-92 montó la boya 12 segundos por detrás de su rival y comenzó la última empopada con la obligación de tener que dar un giro de 270 grados sobre sí mismo para cumplir la penalización.

Parecía punto de set y de partido para Alinghi. Con más de cien metros de ventaja para los suizos y una penalización pendiente de su rival, el SUI-100 sólo tenía que dejar que el viento de Valencia le llevara a cruzar la línea de meta para conseguir el triunfo.

Pero cuando todo hacía prever un triunfo plácido, la competición aún reservaba alguna sorpresa. A quinientos metros de la llegada, roló el viento y el Alinghi rompió el tangón (palo que sujeta el spi), lo que dio paso a unos momentos de incertidumbre.

El New Zealand vio las dificultades de su rival y en apenas unos segundos neutralizó toda la ventaja suiza e incluso soñaron con la victoria.

Como si navegaran en ceñida adelantaron al Alinghi y se penalizaron antes de cruzar la línea de meta pero los suizos, que ya se había rehecho y llevaban mayor velocidad, cruzaron la meta apenas dos segundos por delante. Se acaba la 32 Copa del América.