Marc Gasol y Rudy Fernández abrirán esta próxima madrugada con el partido de rookies la 58 edición del All-Star, que se prolongará hasta la madrugada del lunes en el US Airways Center de Phoenix y en la que Pau Gasol es uno de los jugadores elegidos para el Partido de las Estrellas.

Por primera vez, tres jugadores españoles estarán presentes en esta fiesta de la NBA, que se retransmitirá a más de 200 países de todo el mundo, y también por primera vez, Rudy romperá el sábado la exclusividad de los estadounidenses en el concurso de mates, convirtiéndose en el primer europeo en participar.

El All-Star ha vuelto a recuperar toda su fuerza en los últimos años, después de un final de milenio en el que languidecía. La NBA ha conseguido regenerarse por su irrefrenable globalización y también por la fuerza de figuras como Kobe Bryant, a quien nadie discute ya su papel de mejor jugador de la liga, y la consolidación de otras como Lebron James, Dwyane Wade, Chris Paul y Dwight Howard, que han dotado de savia nueva al fin de semana de las estrellas.

"No me iría mal este fin de semana para descansar, pero estar en el All-Star es un honor que no me perdería por nada", reconoce Pau Gasol, que ayer mismo hizo las maletas para Phoenix con un mal sabor de boca, ya que los Lakers cerraron su racha de victorias en la cancha de los Utah Jazz (113-109), después de sumar antes siete consecutivas.

Pau Gasol no rayó a la gran altura a la que había rayado durante toda la semana y respondió con 16 puntos (7 de 13 tiros de campo y 2-4 desde la línea de personal), pero sólo tres rebotes, los tres defensivos, repartió dos asistencias y recuperó un balón en 42 minutos que vio acción, el que más de su equipo.

Mientras tanto, el extremeño José Manuel Calderón ha tenido serias opciones de ir casi hasta el final. Su gran temporada, pese a las lesiones, le han situado dentro de los bases estrella.