DEPORTIVO - 2: Manu; Laure, Aythami, Zé Castro, Manuel Pablo; Juca, Rubén Pérez, Antonio Tomás (Adrián; min.50); Pablo Alvarez (Iago Beceiro; min.71), Lassad (Desmarets; min.59) y Valerón.

ALMERIA - 3: Esteban; Míchel, Pellerano, Carlos García, Jakobsen; Juanito (Vargas; min.46), M´Bami; Juanma Ortiz (Jonathan; min.64), Corona, Crusat (Piatti; min.83); y Goitom.

GOLES: 0-1; min.19, Corona. 0-2; min.20, Crusat. 1-2; min.43, Pablo Alvarez, de penalti. 2-2; min.51, Adrián. 2-3; min.55, Goitom, de penalti.

ARBITRO: Iturralde González (C. Vasco). Amonestó a Aythami, Pablo Alvarez y Rubén Pérez; Crusat y Vargas.

El Almería encontró en Riazor un camino que no había explorado en su historia y se coló por primera vez en las semifinales de la Copa del Rey, en las que se enfrentará al Barcelona tras imponerse (2-3) al Deportivo, al que fulminó con dos goles en dos minutos antes del ecuador del primer periodo.

Los andaluces, que afrontaron el partido con la ventaja que les daba el 1-0 de la ida, no se dejaron intimidar por los primeros ataques de los coruñeses y aprovecharon su velocidad en campo contrario para desarmar a un rival que se resistió a la eliminación.

A pesar de que el técnico blanquiazul, Miguel Angel Lotina, había asegurado que pasar a semifinales y enfrentarse al Barcelona era un premio agridulce, su planteamiento y el juego de sus pupilos en el inicio del encuentro llevaban otra intención, aunque no pudieron hacerla realidad.

En el tira y afloja continuo de los primeros compases, el Deportivo volvió a la carga con otra jugada desde la derecha que acabó con el balón en saque de esquina después de que Esteban lograra despejar un disparo de Pablo Alvarez dentro del área. Ahí acabó el empuje del Deportivo y comenzó el del Almería, que sentenció la eliminatoria en solo dos minutos.

Un gol en el 19 y otro en el 20 sentenció la eliminatoria. El Depor lo siguió intentando y llegó a empatar a los pocos minutos de inicarse la segunda parte, pero Goitom de penalti sentención en el 55 (2-3). El Depor necestiba dos goles. Demasiado trabajo para tan pocas fuerzas.