El Hotel Rural Castúo, en Pinofranqueado, equivalente a un tres estrellas, es la base de operaciones de la expedición francesa que prueba estos días en Las Hurdes de cara al Rally de Chipre que tendrá lugar en marzo. Las características de la zona han llevado a un equipo de más de 20 personas hasta la localidad del norte de Cáceres. Tantas que el hotel ha tenido que alojar a algunos de ellos en un hotel cercano. Sus 18 habitaciones no han sido suficientes.

Los pilotos apenas descansan en el hotel. Se levantan al amanecer, desayunan a las siete de la mañana y llevan a cabo una intensa jornada de pruebas por las carreteras de la sierra. "Los franceses se han traído sus propios cocineros y se llevan la comida al monte. No regresan hasta bien entrada la noche y en la mayoría de los casos no cenan aquí", asegura un empleado.

La expedición tiene el hotel reservado en su totalidad. Las labores de enlace las desempeñan dos catalanes contratados por el equipo francés Citroen. La noticia no ha alterado la rutina de la localidad del norte de Cáceres, pero muchos comerciantes ya conocían la presencia de los pilotos. Era, claro, el comentario generalizado entre los vecinos del pueblo.