Pinta bien, muy bien, al menos para Fernando Alonso. El bicampeón del mundo dominó las dos sesiones de entrenamientos libres, fue el más rápido con neumáticos duros, con blandos, en seco, en agua... "Hay que ser cautos. Hemos empezado bien sí, pero cualquier fallo en la vuelta buena o en los reglajes te puede relegar muchas posiciones". Es el resumen de la esperanza y la cautela con la que el piloto de Ferrari afrontará mañana (14.00 horas, La Sexta) la calificación del GP de Mónaco.

"Ganar en Mónaco es lo más grande que te puede pasar en Fórmula 1, solo superado por un título mundial", asegura Jenson Button, vencedor el año pasado, campeón del mundo y líder del mundial que ayer solo pudo ser noveno. Todo está tan apretado --siete pilotos en seis décimas-- que puede pasar de todo, incluido el tráfico. "Tras la reunión de pilotos nada ha cambiado. Sabemos que habrá 24 coches y que será muy difícil", advierte Pedro de la Rosa (17º): "Sabemos que este circuito no favorece mucho a nuestro coche y hemos de trabajar en conseguir tracción en las curvas lentas, pero sabemos como hacerlo". El tráfico resultará vital: "Te dejan pasar si hay banderas azules, sino puedes pasarte toda la vuelta detrás de un Hispania. No hay nada que hacer, no se puede adelantar", se queja Fernando Alonso.

Los Red Bull siempre se guardan cartas los viernes, pero Ferrari parece estar mucho más cerca en esta ocasión. "El año pasado Raikkonen se quedo a muy poco de la pole con un coche que el resto del año no fue competitivo. El equipo sabe cómo preparar el coche aquí y se nota", revela Alonso, convencido de que aún hay mucho margen de mejora. "Cambiamos algunos reglajes al final de la segunda sesión y el coche mejoró mucho, pero ya no teníamos neumáticos nuevos y por eso no logramos bajar el cronómetro, pero el sábado mejoraremos más".

Lo cierto es que los Red Bull sufren algo más en Mónaco debido a su durísimo chasis que tan bien se comporta en la mayoría de circuitos. Vettel solo pudo ser tercero y Webber décimo.