Fernando Alonso lo tiene clarísimo. "¿Brawn y Schumacher? Sí, es una pareja que ha conseguido muchos títulos, pero no hay que tenerles más miedo que al resto de rivales porque la mayoría de esos éxitos llegaron con el rojo de Ferrari". Y ahora el cavallino está en el monoplaza de Alonso, por eso el asturiano se siente confiado tras retirar ayer la lona para descubrir el nuevo F10 con el que está llamado a luchar por el titulo de nuevo, un vehículo inspirado en los eficaces Red Bull y Brawn del año pasado.

De salida, es el primer monoplaza del 2010 en ver la luz y eso siempre es una buena noticia. "Comenzamos a trabajar en el F10 en la primavera del año pasado y redoblamos esfuerzos a partir del verano cuando abandonamos la evolución del F60 anticipadamente", confirma Aldo Costa, el responsable máximo de un diseño que llama la atención por sus dimensiones: 22 centímetros más largo y seis más ancho.

El diseño elevado, curvado y con dos nervios del morro recuerda mucho al Red Bull del año pasado, aunque el gran trabajo ha sido "reducir el tamaño de la caja de cambios para poder hacer mas grande y eficaz el doble difusor y conseguir un gran flujo a lo largo de todo el coche", explica Nikola Tombazis, aunque una pequeña lona tapaba ayer el doble difusor para retrasar la labor de espionaje del resto de los equipos.

MAS GASOLINA El nuevo reglamento que prohibe los repostajes obliga a alojar un enorme depósito de carburante, mientras que las nuevas dimensiones, construcción y compuesto de neumáticos (ya no hay tapacubos) invita "a otro reparto de pesos en el que se ha trabajado mucho", revela Marc Gene.

"Los datos en los bancos de pruebas, en el simulador, arrojan muy buenas cifras, pero hay que esperar a ver si se concretan en la pista", alerta Alonso. Esas simulaciones hablan de una mejora de 1,8 segundos por vuelta de media respecto al F60. Pero aun queda un trabajo muy importante. "El coche que se verá en Bahrain será bastante distinto del que debutará la próxima semana en Valencia", avanzó ayer Felipe Massa. Alonso ha trabajado con los ingenieros en mejorar "el diseño del volante, demasiado complicado de manejo cuando llegué. Fue lo que más me sorprendió. Tantos botones necesitaban demasiada atención que necesitas para otras cosas".

MAS ESTRATEGIA La comparación con sus rivales será imposible hasta que no llegue Bahrain. "Con tanta gasolina es imposible hacer comparaciones porque habrá diferencias de hasta cinco segundos por vuelta entre un depósito lleno y otro vacío. Puedes quedar a cuatro segundos de un rival y lo que podría parecer un resultado nefasto, resulta que puede ser muy bueno si el no lleva gasolina y tu sí", señaló ayer Alonso.