Un deseo, una corazonada, una certeza. Sea lo que sea, Fernando Alonso habla de Ferrari como su casa en el futuro, puede que en el 2010, quizá más adelante. Cerrado el camino de McLaren para siempre, sabe que ganar títulos pasa en gran medida por llegar a Maranello. "Tengo 27 años y sé que me queda mucho tiempo para volver a ganar carreras y campeonatos, sea con Ferrari o con cualquier otro equipo. Los dos campeonatos que he ganado han sido con Renault y batiendo precisamente a Ferrari. Así que no me asusta el reto de volver a ganarles... si es que no estoy en Ferrari".

Esa es la reflexión del ovetense en Spa, el circuito más mítico junto a Mónaco, el trazado donde todo piloto quiere ganar, y donde, desgraciadamente, el bicampeón tiene nulas posibilidades en la lucha por el triunfo, ese duelo Ferrari-McLaren en el que solo el BMW de Kubica ha osado inmiscuirse.

EL SALUDO DEL PRESIDENTE Fue precisamente a raíz de su triunfo en Spa en la F-3000 --temporada 2000-- cuando la F-1 echó el lazo a Alonso. "Esa victoria ayudó mucho a que la gente apostase por mí", recuerda el español. Giancarlo Minardi preguntó primero, Flavio Briatore, después. Y entre medias, Jean Todt, por entonces jefe de Ferrari, al que las calabazas de Alonso para irse con Briatore escoció durante mucho tiempo, tanto, que desde su marcha del equipo de F-1, no cesa de hablarse del futuro italiano de Alonso.

Un año más en Renault puede ser un calvario. "No sé qué decir. Es cierto que voy a intentar tener un coche competitivo y luchar por las victorias, pero conseguir eso es difícil porque nadie sabe qué coche será bueno. Puedo quedarme en Renault o cambiar de equipo, pero cualquier opción es arriesgada. Estaría bien tener una bolita de cristal y ver qué equipo irá rápido el año que viene".

Renault, BMW, Honda y Toyota no pueden esperar mucho por el asturiano. "No tengo una fecha fijada, será pronto cuando decida lo que hago el año que viene. Pero no tiene por qué ser en Monza", dice Alonso.