Fernando Alonso ha comenzado con buen pie su participación en el Gran Premio de Mónaco al marcar ayer el mejor tiempo en la primera sesión de entrenamientos libres de la mañana y ser cuarto por la tarde, únicamente superado por dos pilotos probadores y el colombiano Juan Pablo Montoya.

La primera jornada de entrenamientos libres no sólo es atípica en Montecarlo por disputarse el jueves de la Ascensión, en vez del viernes, sino también porque los pilotos ruedan más en otros grandes premios. Además, el circuito es el más corto del campeonato y la carrera del domingo tiene 45 kilómetros menos. Esto ha permitido a Alonso, por primera vez en la temporada dar 13 vueltas en la primera sesión, cuando hasta ahora no había dado ninguna lanzada.

El Renault R26 ha marchado bien en todos los circuitos y en Mónaco no ha sido una excepción. Fernando Alonso no ha tenido problema alguno y ha utilizado tan sólo un juego de neumáticos para que le quede el mayor número posible de nuevos para la sesión de clasificación, en la que se va jugar, como la mayoría de los pilotos de punta, sus aspiraciones de victoria.

Los Mclaren-Mercedes, después de dos carreras mediocres --Nurburgring y Montmeló--, vuelven a ser un peligro, ya que Juan Pablo Montoya ha quedado por delante de Alonso, aunque tan sólo por 83 milésimas.

Por su parte, el finlandés Kimi Raikkonen fue sexto a medio segundo de Alonso y después de que por la mañana quemase unos cables próximos al motor. Afortunadamente para su equipo, no fue el propio motor, cuyo cambio le habría costado la pérdida de 10 puestos en la formación de salida.

Los que no encontraron el reglaje oportuno fueron los Ferrari. Así, el alemán Michael Schumacher terminó decimoquinto, con problemas en el coche y de neumáticos. El mejor tiempo fue para el probador de Williams, el austríaco Alexander Wurz.