Fernando Alonso (McLaren-Honda) declaró ayer, en vísperas del Gran Premio de Australia que este fin de semana abre en Melburne el Mundial de Fórmula 1 del 2017, que, pese al pobre rendimiento de su coche en la pretemporada y la malas expectativas, cree que «no es tiempo de sentirse frustrados y bajar los brazos».

«Cada vez que empiezas un año es un nuevo desafío, es empezar de cero», dijo Alonso, quien precisó que, «tras un invierno difícil», su escudería llega a Australia «un poco más preocupado que otros equipos».

«En Australia siempre tengo la misma sensación. Y con las nuevas reglas siempre hay alguna esperanza. Estamos en una posición diferente respecto a nuestros rivales, tuvimos una mala pretemporada y es una pena, pero tenemos que trabajar y recuperar el nivel que queremos», dijo.

Alonso cree que la de «Australia, siendo la primera carrera y con tantos abandonos, siempre deja alguna esperanza más», y aunque tiene «los pies en el suelo» porque está «en una posición muy difícil», aún se siente «emocionado», aunque califica de frustrante la situación con el coche.