En Renault dicen que, probablemente hoy, Fernando Alonso dará una respuesta a su oferta. Desde McLaren-Mercedes explican que la llave de todas los movimientos que se preparan en el mercado de la F-1 está en sus manos, porque todos esperan conocer quién es el sustituto del piloto asturiano en la escudería para tomar decisiones. Desde el entorno del bicampeón del mundo aseguran que Alonso está de vacaciones en Estados Unidos y que no tiene mucha prisa por decidirse.

Todo puede pasar, pero lo que es seguro es que el próximo contrato que firme el ídolo español tendrá, por expresa petición suya, una cláusula de escape que le permitirá cambiar de aires cuando quiera.

VARIAS OPCIONES De momento, el único que le ha desvelado no solo las condiciones del contrato que le ofrece sino, incluso, le ha mostrado el coche que preparan y tienen ya totalmente construido, es Flavio Briatore; es decir, Renault. Las demás escuderías, como Red Bull y Toyota, le han prometido que pondrán a su servicio un gran potencial, pero no le han enseñado apenas las cartas.

A los primeros, el entorno de Alonso les ha sugerido que intenten fichar al mítico Ross Brawn, y no ha habido respuesta. A los segundos, Alonso no se los cree demasiado, pese al dineral que manejan, pues Michael Schumacher en persona le ha dicho que no fiche por los japoneses. No hay que olvidar que Briatore continúa compartiendo parte de los derechos de imagen de Alonso a través de la empresa que el millonario playboy italiano tiene con Bruno Michel. Puede que eso también haga que el piloto se decante definitivamente por Renault.

Tras el espectacular pulso que ha mantenido con McLaren, con Mercedes, con Ron Dennis y con Lewis Hamilton, Alonso no puede arriesgarse al ridículo el próximo año y, por tanto, el equipo que le quiera va a tener que asegurarle un coche muy competitivo. Eso sí, quien le quiera solo tendrá que pagar su ficha, enorme, sí, pero no deberá indemnizar a McLaren.

En contrapartida, deberá de colocar en su contrato una cláusula por la que el asturiano tenga la posibilidad de abandonar el equipo si considera que la escudería no ha cumplido con sus compromisos o el coche no le permite competir en igualdad de condiciones con los otros candidatos al títulos que, el próximo año, seguirán siendo inevitablemente Ferrari, McLaren-Mercedes y BMW.