De igualdad de oportunidades, nada; de mismo trato, menos. Red Bull ha tomado partido por uno de sus pilotos y ha dejado en humo el discurso de su director Christian Horner. El equipo había construído dos nuevos alerones delanteros para esta carrera. Sebastian Vettel rompió el suyo en la sesión de entrenamientos libres, y Horner no dudó en quitárselo a Mark Webber para colocarlo en el coche del alemán.

Eso le ayudó a imponerse a su compañero en la calificación del Gran Premio de Gran Bretaña (14.00 horas, La Sexta). Tras la intocable primera línea, Fernando Alonso fue el mejor del resto. "En la crono no hay nada que hacer con ellos, pero ya veremos en carrera", dice el asturiano.

SOFISTADO ARTILUGIO "El equipo estará contento con este resultado", dijo lacónicamente Webber después de que el equipo le birlase su alerón para regalárselo a su compañero/rival. "Salgo segundo, pero por la parte sucia. Fernando (Alonso) sale tercero, por la limpia. Quizá quiera cambiarme el puesto...". Mal rollo en Red Bull. "No creo que haya sido tan determinante", se disculpó Vettel, el elegido por sus jefes para luchar por el título. ±Hemos conseguido nueve poles de diez, pero no ha sido fácil". Es difícil creer al alemán después de comprobar que los Red Bull aventajaran a Alonso en ocho décimas.

Lewis Hamilton y Jenson Button probaron el viernes esa mejora con escaso éxito. No eran capaces de encontrar los reglajes, así que en McLaren decidieron recuperar el diseño usado en Valencia. Pero con una sesión de una sola hora, solo Hamilton --cuarto en la parrilla--- encontró un buen set-up.

Lastrado Jaime Alguersuari por el tráfico en la Q-1 --"no he logrado una sola vuelta límpia"--, ayer fue el día de Pedro de la Rosa. El barcelonés llevó el Sauber a la Q-3, a la novena posición, justo por delante del campeonísimo Michael Schumacher, cinco puestos por delante de Jenson Button. No está nada mal.