"El despertar ha sido duro tras la desilusión de ayer, no puedo esconderlo". Así comentaba hoy Fernando Alonso su estado de ánimo en el blog de Ferrari, tras perder ayer el título Mundial que tantas opciones tenía de ganar.

"Hace daño llegar próximo a la meta y verlo desaparecer así, pero esta es la ley del deporte y es preciso aceptarla". Alonso pide que no se olviden "todas las cosas positivas que hemos hecho este año", que califica como "un año diez", y recuerda episodios como el podio de Monza, "que ninguna amargura podrá hacer olvidar".

Ante la polémica desatada en Italia, que incluye declaraciones como las del ministro de Simplificación Legislativa, Roberto Calderoli, en las que pedía la dimisión del presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, el piloto asturiano elude pedir responsabilidades. "Ahora es inútil ponerse a buscar quién se ha equivocado: un Mundial que se desvanece por cuatro puntos después de 19 puntos puede haberse perdido en tantas ocasiones, no solo al final. Somos un equipo: vencemos y perdemos todos juntos".

Tras deshacerse en elogios a la escudería --a la que define como "una familia"--, llama a la unidad y a demostrar la grandeza del equipo "en estos momentos tan difíciles en los que la amargura te hace sentirte fuerte dentro de cada uno de nosotros". Y cifra sus esperanzas en el nuevo coche que preparan para la próxima temporada y que comenzará a probar el próximo sábado con los nuevos neumáticos, cuando regrese de Abu Dabi.

"Este es el espíritu de nuestra gente: la voluntad de rehacerse pronto, de trabajar todavía más duro para conseguir la victoria. Esto es lo que me ha hecho enamorarme, hoy todavía más, de Ferrari", concluye.