Se supone que estamos en tiempos de crisis, pero también que los que mejor se adaptan son los que ven las oportunidades antes que el resto. Mi columna no va dirigida a mis queridos paisanos extremeños, aunque también, sino a responsables de marketing, ventas y publicidad de las mejores y mayores empresas extremeñas en expansión nacional e internacional.

Mi intención es abrirles los ojos a una oportunidad de esas que pasan muy de vez en cuando. Mi intención es que se fijen en este joven-gran deportista en el que se está convirtiendo nuestro lanzador de martillo Javier Cienfuegos.

¿Qué me dirían si hubieran tenido la oportunidad de aprovecharse de la imagen de un Alonso, de un Nadal en sus inicios y que, a posteriori, su imagen de empresa se viera asociada a todo ese brillo? Me dirían lo que pensarán muchos en Asturias o Baleares, que si lo llegan a saber... pero claro, para ellos es tarde y el precio de entrar ahora en patrocinios puede ser excesivo.

El deporte es muy caprichoso, pero hay ocasiones en que un deportista reúne muchas de las cualidades necesarias para triunfar en su disciplina, y no sólo triunfar sino marcar una época. Está claro que el lanzamiento de martillo, la disciplina que practica Javier Cienfuegos, no es tan conocida como el tenis o tiene tanta difusión como el automovilismo, pero todo eso puede cambiar o se puede potenciar. Además, los valores serán los mismos: ser el mejor, la victoria, la lucha, el número 1.

Javier lo será en su prueba y marcará un antes y un después en el atletismo regional y español, pudiendo convertirse en un deportista en lo más alto. Quizás sea el momento de apostar por él y que su recorrido fugaz y ascendente nos impregne a los que caminemos a su lado. Tomen nota, es una GRAN oportunidad.