Fernando Alonso confía en los secretos de su coche, Lewis Hamilton promete haber aprendido de errores pasados y Kimi Raikkonen se despoja de cualquier presión. Los tres protagonistas del 2007 figuran en las apuestas de los aficionados como candidatos al primer podio de la temporada de F-1. Ayer acapararon la atención del animado paddock de Albert Park. "No estamos para ganar, de ahí que pida un poco de paciencia, no es mucho", aseguró, más cariñoso que otras veces, Alonso.

La calificación de mañana pondrá a cada uno en su sitio después de que todos hayan intentado esconder sus cartas en las pruebas del invierno. "En los test probamos unas soluciones por un lado y otras por otro. Aquí, en la primera carrera ya ponemos toda la carne en el asador. Y es aquí donde tengo curiosidad por saber dónde estamos", confirmó Alonso, que se resiste a jugar un papel secundario en este Mundial: "De momento, no voy a rendirme".

CON UNICEF El bicampeón mundial, que lucirá el nombre del Unicef en su gorra esta temporada, encuentra rendijas por las que colar su optimismo a pesar de que ha repetido hasta la saciedad que "nos falta un pelín" para luchar con Ferrari y McLaren. Es realista al insistir: "Lo raro sería estar el domingo en el podio, sería una agradable sorpresa". Pero le puede la curiosidad de comprobar dónde está realmente el R28: "La pretemporada no ha servido para definir posiciones".

No se fía Alonso de los tiempos invernales, ni siquiera de los suyos. Una cosa son los ensayos y otra las carreras, "cuando cierras la visera y te pones manos a la obra". Tampoco se deja impresionar por los cronos de los rivales: recuerda el dominio de Honda en el invierno del 2004 y el 2005 y su fiasco después. "Ya veremos si el resto de los equipos pueden mantener el nivel demostrado en el invierno".

La nueva suspensión trasera, un buen mapa de motor para evitar el derrapaje, una buena salida... Alonso no se ve aún en la lucha por el podio, pero no renuncia a nada. No sabe si está delante o detrás de BMW, y su amigo Robert Kubica no le suelta prenda. Quizá el alerón en forma de ala de gaviota le ayude a recortar la distancia con los mejores. "No es ninguna revolución --desvela el piloto--. Te da menos agarre en las curvas y corre más en las rectas. Lo probamos en Barcelona e iba peor porque es un circuito muy revirado, allí iba mejor el tradicional. Aquí en Australia, con más rectas, veremos qué pasa", explica.

DOS FAVORITOS En Ferrari y McLaren no les preocupa mucho Renault. Se ven peleando mano a mano por el título de principio a fin. Lewis Hamilton es quizá el más optimista. "Los errores del año pasado me han hecho más fuerte. Desde luego, la próxima vez que necesite ser quinto para ser campeón, seré quinto, ya lo verán", dice en relación a las dos últimas carreras del año pasado. No parece que Heikki Kovalainen vaya a hacerle sombra. Tendrá el camino libre.

¿Y Kimi? Parece más tranquilo que nunca. Ya es campeón, pilota el coche más rápido y sabe que esta es una carrera de fondo. "Nuestro gran rival es McLaren, pero no somos dos pilotos, sino cuatro".

¿Será McLaren tan fuerte sin Fernando Alonso?, le preguntaron al finlandés, que se ha tatuado su apodo Iceman en el antebrazo izquierdo. "No lo sé. Lo que sí sé es que Fernando no tiene un coche tan rápido como el del año pasado". Pero el finlandés va a lo suyo. "Sé que estoy en un equipo muy fuerte y con mucha confianza, pero va a ser un año muy duro".