El mal tiempo retrasó su vuelo de Nueva York a Moscú, así que Fernando Alonso se presentó en el paddock de Sochi, donde este fin de semana se celebra el Gran Premio de Rusia, cuarta prueba del Mundial de F-1, con horas de retraso respecto al programa inicial. Pero lo hizo con una sonrisa, y con la satisfacción de saber que ha tomado la decisión correcta tras su primer contacto con la Indy el pasado fin de semana en Alabama. "En los aeropuertos, la gente me paraba y me deseaba suerte. Parecía que estaba en España. Allí la repercusión es brutal. Es como ser un rookie de nuevo”, dice ilusionado tres semanas antes de debutar en las 500 Millas de Indianápolis, en su camino hacia la Triple Corona.

LA ILUSIÓN DE INDIANÁPOLIS

"La impresión de lo grande que son las 500 Millas de Indianápolis son ahora mayores. Hay mucha pasión. Un gran impacto. Lo difícil que será, aún no lo sé", añadió el bicampeón del mundo de F-1 que volverá a Estados Unidos la próxima semana para probar en pista por primera vez el coche con el que competirá en la Indy. Ahora toca centrarse, de nuevo, en la F-1, ante un fin de semana que no pinta fácil. El asturiano no ha finalizado ninguna de la tres carreras disputadas.

"Aquí será mejor después de lo aprendido en el test Baréin, pero aún será difícil, en Barcelona vamos a ser más competitivos. Son pequeños pasos. El objetivo debe ser llegar con los dos coches y si podemos, dentro los puntos. Espero que las primeras señales lleguen ya aquí”.

ÓRDENES DE EQUIPO EN MERCEDES

Lejos de las posiciones en las que se moverá Alonso, la lucha por el triunfo, vivirá un nuevo duelo entre Mercedes y Ferrari, o mejor dicho entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. Mercedes ya se ha dado cuenta de que la ventaja con la que este año se maneja frente a los coches rojos —en torno a las dos décimas— es insuficiente para equivocarse en la estrategia como han hicieron en Australia y Baréin, regalando la victoria a Vettel. Como primera medida, Valtteri Bottas ya tiene orden de no ralentizar nunca el ritmo de Hamilton —como sucedió en la última carrera en Baréin— sin que necesite una comunicación por radio para echarse a un lado.