Fernando Alonso, campeón del Mundo de Fórmula Uno, llevó al delirio a una multitud enfervorizada de aficionados -un cuarto de millón que desafiaron el calor- en la exhibición realizada ayer en la capital andaluza, la primera desde que posee el entorchado mundial. Al volante del Renault RS 25 (V10) que le llevó a su primer título, Fernando Alonso hizo vibrar a una muchedumbre (la organización la cifró en unos 280.000 espectadores) que abarrotó el itinerario por el que el campeón español hizo el recorrido.

Trompos, derrapes, velocidad al límite, fueron los argumentos esgrimidos por Fernando Alonso ante los aficionados que dedicaron al campeón sus muestras de cariño, con palmas y pancartas de ánimo como una que decía: "si ganas en Mónaco baila unas sevillanas".

Fernando Alonso había recibido, a poco de llegar a Sevilla, un giraldillo , trofeo símbolo de la ciudad que se entrega -lo hizo el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín- a personajes ilustres. El giraldillo lo recibió a pies de la Torre del Oro.

El público se congregó entre las avenidas de La Raza, María Luisa, Plaza Don Juan de Austria, Glorieta San Diego, Paseo de Las Delicias y Glorieta de México (mas de 1.250 metros),

Antes de la exhibición en el monoplaza Fernando Alonso pilotó un Megane en el que le acompañaron primero el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el director general de deportes de la Junta de Andalucía, Manuel J.Barrios, que salieron "alucinados" del "viajecito". También antes de que el RS 25 hiciera las delicias de los aficionados, varios coches de Renault protagonizaron exhibiciones con derrapes espectaculares ante unos espectadores que siguieron al detalle las evoluciones de los temerarios pilotos.