Hasta en Cáceres se celebró el primer título Mundial para España en la Fórmula 1. El sonar de los claxons se pudo sentir ayer en la ciudad extremeña en los momentos posteriores a la gesta del asturiano. Incluso, hubo quien se dirigió a la Fuente Luminosa, lugar emblemático del centro donde se celebran los triunfos, para festejar el éxito.

Pero la euforia fue general. Varias decenas de personas se congregaron anoche en la céntrica plaza de la Cibeles de Madrid para festejar el título mundial de Fórmula Uno conseguido por el piloto español.

Las banderas de Asturias ondeaban junto a la plaza entre vítores de felicitación al piloto ovetense, al tiempo que los conductores hacían sonar las bocinas en honor del nuevo campeón.

Pero fue en Oviedo, la ciudad natal de Fernando Alonso, donde se produjo la mayor explosión de júbilo, como era de prever.

Las más de dos mil personas que se habían dado cita en el Auditorio Príncipe Felipe, el lugar de cita del alonsismo desde la llegada del joven piloto a la Fórmula Uno, abarrotaron prácticamente el recinto desde casi una hora antes del inicio de la carrera celebrada en el autódromo brasileño de Interlagos, en Sao Paulo.

Los gritos y el entusiasmo desbordado de los seguidores de Fernando Alonso alcanzaron los momentos más culminantes cuando las imágenes que ofrecía televisión recogían la figura del asturiano, así como el instante en el que el finlandés Kimi Raikkonen, su principal adversario en la lucha por el título, retornaba a la carrera por detrás de su compañeros Juan Pablo Montoya, a la salida del último repostaje.

Tras la explosión del jubilo que provocó en los aficionados el desenlace de la carrera, en la que el tercer puesto de Alonso suponía su décimo tercer podio y le convertía en el piloto más joven de la historia en lograr el título mundial, los seguidores prosiguieron su celebración en la Plaza de América. Allí se pudo escuchar: "Volveremos, volveremos". Se contó, también, claro, con decenas de botellas de champán y sidra.