Inasequible al desaliento, marcando los tiempos con precisión de reloj suizo, sin alzar la voz e improvisando respuestas a preguntas incómodas sin apenas mover un músculo. Esta vez Álvaro López habló más y escuchó menos que hace apenas tres meses, cuando se presentó en la siempre particular sociedad del Cacereño en el Extremadura Hotel.

En ese contexto, aseguró que la próxima semana se puede formalizar la escritura de compra de la entidad para, a partir de ahí, «desarrollar proyectos» de muy diferente perfil con un objetivo final: llegar al «fútbol profesional», pero primero a Segunda B «a corto o medio plazo» y después a la categoría de plata para, finalmente, deseó, erigirse el CPC en el «nuevo Villarreal» español. Tal cual. Y todo ello con una premisa: «no soy hombre de arriesgar, más bien de invertir», advirtió.

El club tendrá el próximo año un restaurante propio «en el centro de la ciudad», donde se expondrán fotografías y se harán actividades paralelas a la actualidad de la entidad verde. Todo ello lo dibujó bajo una crítica evidente a la sociedad local, de la que dijo que veía un exceso de negativismo.

Con el salón de actos de Cajalmendralejo repleto de público, el dueño chileno-mexicano de IQFinanzas primero anunció un fichaje: el central de 20 años Rubén Sánchez, ex del Diocesano que llega del Valladolid B; después habló de la reforma del estadio Príncipe Felipe y su transformación como motor social y económico y acabó dando los primeros detalles del centenario del club, que será en 1919 y que tendrá, sobre todo, un torneo cuadrangular entre los anfitriones, un club extremeño, otro mexicano y uno «muy importante» de relevancia internacional, previsiblemente español, gracias a los contactos que se tienen en el club. Aun así, para que se concreten detalles falta tiempo: sería en junio de ese 1919, unos meses después de que se cumplan los 100 años de vida del decano del fútbol extremeño.

«A ver si podemos ser un nuevo Villarreal», deseó ante un auditorio siempre atento ante la dialéctica fácil del empresario, apoyado siempre en su hombre fuerte en Cáceres desde el inicio, Luis Puebla, en quien ha delegado en diferentes funciones. López dijo que establecería su segunda residencia en la ciudad extremeña en los próximos meses y que su implicación sería extraordinaria.

El estadio

Con buena parte de la plantilla presente, el empresario también prometió que el estadio Príncipe Felipe será remodelado para que «tenga vida un lunes o un domingo» y que se desarrollen ahí diferentes actividades y torneos de fútbol base o aficionado, así como que se puedan hacer otros proyectos de interés y que puedan generar recursos económicos. Del mismo modo, dijo que tanto el terreno de juego como la propia construcción se iban a mejorar en los próximos meses.

Mientras, el club y Magna Oil, operador petrolífero radicado en Mérida, han renovado el convenio que les unía, de tal forma que ambas partes estarán ligadas también esta temporada, con opción a una más.

En lo estrictamente deportivo, el Cacereño prepara el encuentro del domingo en Arroyo con optimismo. En la noche del jueves tuvieron una cena con Álvaro López en el restaurante Temis. Todo ello, con un denominador común: el convencimiento de continuar ostentando el liderato del grupo.