Un brasileño distinto a todos es Dani Alves. O distinto a la mayoría de los que han pasado por el Barça, evocando a los buenos (Romario, Ronaldo, Rivaldo) y a los demás (Geovanni, Rochemback). Distinto porque, además de la implicación que muestra en el campo y la actitud alegre que desprende, es puntual. Todos sus compatriotas llegaron tarde alguna vez a los entrenamientos, fuera verano o invierno. Alves no solo fue siempre puntual, sino que aterrizó antes de tiempo. Con permiso de Pep Guardiola para volver el sábado, desde el martes ya se entrena.

MARQUEZ TAMBIEN VUELVE "Guardiola es la clave de esta plantilla; si le seguimos, llegaremos lejos", afirmó ayer Alves, insinuando uno de los argumentos que han propiciado su anticipada vuelta. La suya y la de Gabi Milito, Maxwell y Márquez, ayer por la tarde: el compromiso con el entrenador que les ha conducido a la eternidad. Guardiola es un ejemplo de "trabajo", expuso el defensa brasileño, y ellos desean caminar por la senda trazada. Hasta ahora les fue de maravilla.

Había también otros motivos. "Echaba de menos a mis compañeros y se me hacían largas las vacaciones", dijo ayer el hiperactivo Alves, que solo ha consumido una semana de descanso. Pero también planea en el vestuario la voluntad (y la necesidad) que tiene el Barça de transmitir a sus fieles de que no sucumbirá al conformismo y la autocomplacencia que condenó al de Rijkaard, Deco y Ronaldinho. Dos brasileños que, por cierto, llegaron tarde de sus últimas vacaciones invernales en enero del 2007.

En aquella ocasión también se retrasó Rafa Márquez. Ayer por la tarde, el mexicano reapareció. Sabe que lo tendrá caro para jugar, aunque Guardiola solo tendrá a 16 jugadores para estrenar el año frente al Villarreal y completará la convocatoria con los jóvenes del filial. Messi (de vacaciones), Touré (Copa Africa) y Jeffren, Iniesta y Keita (lesionados) son baja. La defensa cuenta todos sus efectivos y, además, Milito aumenta la competencia de los centrales.

Alves garantizó que el Barça del hexacampeonato no se relajará porque su entrenador "siempre está encima". Ya les ha enviado un mensaje --"los ganadores no se cansan de ganar, los que viven del cuento no llegarán"-- y Alves lo ha interiorizado: "Hemos hecho algo muy grande que solo se valorará con el tiempo. Lo hicimos. Pero ya es pasado".