Todo el mundo habla de la importancia que tendrán en estas dos carreras los neumáticos. Cuentan que pese a que la fábrica japonesa Bridgestone (Ferrari) ha trabajado a destajo para reducir la diferencia en mojado que le saca la francesa Michelin (Renault), es evidente que si el chirimiri que caía ayer sobre Suzuka se convierte en auténtica lluvia a lo largo del fin de semana, las opciones de que gane Alonso aumentan considerablemente. Es más, hay quien dice que, sobre agua, no hay quien pueda con el asturiano y sus privilegiados neumáticos.

"La F-1 y los deportes del motor en general tienen estas cosas", explica Aman Barfull, responsable deportivo del RACC, del Rally Catalunya y del Circuito de Montmeló, que explica su argumentación.

"Todo el presupuesto, la investigación y la tecnología desarrollada por fábricas y equipos, así como la experiencia y habilidad de los pilotos, acaba depositándose en los neumáticos. ¿Por qué , porque todo eso ha de trasladarse al suelo, ya que las ruedas son el único elemento que toca el asfalto y es ahí donde se produce el reparto de fuerzas. No es bueno que todo o mucho dependa de las ruedas, pues eso desvirtúa de alguna manera las carreras", asegura.

En el 2007, una marca

Barfull asegura que la intención de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) al fijar una sola marca de neumáticos para el 2007 (Bridgestone) es igualar las prestaciones. "Ahora se sabe que Michelin es muy superior en agua y, yo diría que también en seco, y que Bridgestone se defiende mejor en la incertidumbre, en las humedades, es decir, en las condiciones del domingo en Shanghái, ni seco ni mojado", concluye el dirigente deportivo de la FIA.