Mareados, vapuleados y estafados. Así se sentían casi un millar de seguidores tras comprobar que las entradas de 420 euros --las segundas más caras en gradas-- o no se correspondían con asiento alguno o se trataba de localidades desde las que no se veían los coches de F-1 en el Valencia Street Circuit. "Estudiaremos cada reclamación y les intentaremos reubicar en otro lado si es que, como parece, no se ve", confirma Pablo Pernía, jefe de prensa del Gran Premio de Valencia.

Los pilotos han alabado el trazado, la pista no ha ofrecido ningún problema tras la jornada de entrenamientos libres, pero los problemas se suceden fuera del asfalto. Bueno, y dentro. Un chaval se coló en la pista, y la cruzó, durante la segunda sesión de entrenamientos libres.

Los realizadores de televisión tienen dificultades para encontrar tomas en las que no se vea un edificio en ruinas, una fachada desconchada o la parte más industrial del puerto lleno de grúas. El polvo y el mal olor inundan gran parte del circuito, lo que pudieron comprobar la alcaldesa Rita Barberá y el presidente Francisco Camps en su paseo por las instalaciones. Lo hicieron tras guardar cinco minutos de silencio por las víctimas de Barajas junto a los pilotos.

"Hemos llegado a la grada y cuál no ha sido nuestro estupor cuando hemos comprobado que nos habían vendido entradas de localidades que no existían", denunció Lluís Cardona. En la grada nadie les atendía, en la oficina de coordinación de Valmor Sports, la empresa creada única y exclusivamente para organizar este GP, no querían saber nada. "Lo primero que nos dijeron fue que había mucha picaresca y que podría tratarse de entradas fasificadas por los reventas. Es indignante", explicó Javier Almeida, de Tenerife. Casi todos los que reclamaban habían adquirido la entrada tres meses atrás en El Corte Inglés junto con el avión y el hotel. "Hemos llamado al Corte Inglés y nos han preguntado qué estaba sucediendo porque tenían los teléfonos colapsados", advirtió Juan Ramón Moreno, de Madrid.

En otros casos, simplemente comprobaron que en los asientos de la grada 11 "no se ve la pista" y que, a pesar de tratarse de las segundas entradas más caras, "no existe pantalla para seguir la carrera y los tiempos".

Y suerte que apenas llegaron seguidores. Los organizadores se negaron a dar cifras, quizá porque no llegaron a los 20.000 espectadores, muy lejos de los 45.000 de Barcelona el viernes del último gran premio. Hay quien teme que el domingo, con un aforo de más 112.000 localidades, solo vengan 60.000.

ALONSO, SEGUNDO En los entrenamientos libres al menos hubo una buena noticia: Fernando Alonso consiguió el segundo mejor tiempo del día, solo superado por Kimi Raikkonen. "El circuito es más lento de lo que parecía caminando", dijo el asturiano.