El Cáceres sigue vivo, pese al espectacular fracaso derivado de la ampliación de capital. La agonía del club extremeño se va a prolongar por más tiempo y los más optimistas aún confían, pese a que las expectativas siguen sin ser favorables, en un milagro que sanee la economía de la entidad y que, al menos, el equipo participe la próxima temporada en la Liga LEB.

Aunque la cifra no se ha hecho oficial aún, la cantidad suscrita en acciones, una vez terminado el plazo el pasado fin de semana, ronda los 120.000 euros (20 millones de pesetas). El dato, desvelado por el presidente, José María Bermejo, ayer en la Cope, dista mucho de cumplir lo exigido por la ley, y que suponían 2,4 millones de euros (400 millones de pesetas). Es sólo un 5%.

La cantidad, considerada irrisoria, confirma la escasa respuesta de afición, empresas e instituciones al SOS lanzado en la última junta de accionistas, en la que se planteó como un "ser o no ser" del club, al punto de que en los últimos días ha circulado la idea de que la defunción iba a ser un hecho desde ayer.

LUZ DE ESPERANZA

Sin embargo, expertos consultados por este diario aún abren una puerta a la esperanza, aunque todo podría llegar a su fin si en una próxima asamblea los propios accionistas decidieran la disolución definitiva de la sociedad. A partir de entonces entraría en juego el juez encargado de dirigir la quiebra.

El consejo de administración del Cáceres convocará una próxima asamblea, en la que el único punto en el orden del día será la disolución de la sociedad. El equipo que preside José María Bermejo no ve ahora otra opción, teniendo en cuenta que las deudas y, sobre todo, el escaso apoyo general no dejan otra posibilidad que dejar de seguir existiendo como sociedad anónima.

Sin embargo, las esperanzas aún no están perdidas. "En el consejo estamos tranquilos; vamos a esperar a ver qué pasa en las próximas semanas", dijo ayer el secretario, Basilio Hermoso, especialista en derecho deportivo que, como Felipe Vela, cree que el problema aún tiene solución. Ambos lo tienen claro: con dinero la situación se invertiría de manera radical.

Ni siquiera los plazos legales aplacan la posibilidad de renacer de las cenizas, apuntan ambos. Aun en causa de disolución, la llegada de un mecenas , circunstancia poco probable, pese a todo, haría que el club pudiera subsistir. "Nada es irreversible", añade Hermoso.

OPCION OBRADOIRO

Las próximas asambleas, tanto de la Federación Española (día 31), como de la propia organización ACB cuando terminen los play off por el título, clarificarán definitivamente en qué categoría puede militar el club la próxima temporada.

El Obradoiro, según una sentencia del Tribunal Supremo, tendrá que ser incluido en la ACB, y en Cáceres aún se aferran a la posibilidad de que la liga se amplíe a 20 equipos.

El propio presidente del León, club que ha caído en su intento de subir a la ACB tras las eliminatorias de la LEB, ya ha advertido que lo lógico será que sea al Cáceres al que se le ofrezca una plaza en la máxima categoría. El consejo del club extremeño espera, expectante, que se dé esta opción "y estar preparados", y a partir de ahí sondear los posibles apoyos institucionales y empresariales para embarcarse en un nuevo proyecto en la ACB, pero esta posibilidad aún se ve realmente lejana y con muchas incógnitas aún por resolver.

"Nuestro objetivo debe ser que sigamos teniendo baloncesto en la ciudad". La frase está siendo especialmente escuchada en los ambientes baloncestísticos de Cáceres, aunque se mira de reojo a la remota posibilidad de seguir entre la élite. En cualquier caso, se insiste en que ello sería un milagro .