Andorra se vuelve a cruzar en el camino de Cáceres, 21 años después de aquel encarnizado 'playoff' que dio a los del Principado su único ascenso a la Liga ACB. A los extremeños les duró poco el terrible disgusto de perder el quinto partido en un tensísimo quinto patido y tuvieron una segunda oportunidad que aprovecharon frente al Prohaci Mallorca. La intensidad y emoción de aquellos días de abril-mayo del año 1992 nunca ha sido igualada en el baloncesto local.

Dos décadas dan para que la vida dé muchas vueltas: Cáceres se asentó durante once años en la máxima categoría, pero luego desapareció y tuvo que refundarse. Andorra apenas aguantó un lustro con los mejores y también pasó un tiempo en las catacumbas del basket nacional con dificultades económicas. Ahora, olvidando el apellido Festina y poniéndose el de River, ha vuelto con tanta fuerza que, al ascenso conseguido hace un año de LEB Plata a Oro, ha estado a punto de lograr otro a la Liga Endesa. De hecho, ha liderado la categoría durante la mayor parte de la liga regular, pero una derrota en la última jornada frente al Ford Burgos le apartó de un éxito que hubiese sido muy inesperado.

Y es que Joan Peñarroya, el exjugador del TDK Manresa entre otros, mantuvo bastante el bloque de la pasada campaña, dándole pequeños retoques que han dado un salto de calidad tremendo. En esa confección tan exacta de la plantilla ha sido también clave otro histórico de la liga, Francesc Solana. Y en el banquillo se sienta un componente del equipo del ascenso del 92, José Manuel Bermudo, que ejerce de delegado.

Nombres propios

La columna vertebral andorrana la componen Dani López --un base que metió la canasta decisiva para la victoria en el Multiusos por 69-71--, Marc Blanch --el típico 'cañonero' nacional de la LEB- y Dimitri Flis, un talentoso pívot de la cantera del Joventut cuya progresión se vio frenada por las lesiones.

Los demás componen una tropa que trabaja muy en equipo, incluyendo jugadores que, en su paso por Extremadura en LEB Bronce, no llamaron demasiado la atención. Es el caso de Devin Wright --ex Mérida- y Pablo Sánchez, que pasó por el Habitacle. También es importante en ese entramado un intimidador nato como Tomas Hampl, un 2,15 checo que recuerda vagamente... a Jiri Okac. No falta otra 'torre' sobre la que se esperaba más a lo largo de su carrera, Albert Moncasi (2,10), dos austriacos complementarios como Thomas Schreiner y Antón Maresch y un '4' abierto norteamericano, Justin Safford. Además, está David Guardia, el hermano de un ilustre del baloncesto español como Salva Guardia.

Como se puede observar, una rotación muy amplia que ha funcionado como un reloj: solamente cuatro derrotas en la liga regular, además de las dos --bastante inesperadas-- que ha sufrido en este 'playoff', en el que empezó siendo sorprendido por el Leyma Coruña en su propio pabellón. Después, lo arregló a tiempo. Por si fuera poco, el Principado se ha interesado ya por las condiciones económicas para poder subir a la Liga Endesa.