Cuando te dan una lección como la que Roddick recibió ayer no queda otro remedio que admitir el poderío de tu rival. Así lo hizo el número uno norteamericano y el público que llenó la plaza de toros de Las Ventas.

"Y eso que estabas cansado", gritó una espectadora cuando Nadal durante el partido. Poco después daba la vuelta al ruedo a gritos de "torero, torero" antes de que sus compañeros le levantaran en hombros. Mientras, Roddick caminaba hacia el vestuario con las rodillas envueltas en hielo, al estilo NBA, que no tardó ni un minuto en asumir la derrota. No podía ser de otra forma tras el repertorio que desplegó Nadal, muy cercano a la perfección. "Le estaba pegando bien a la bola, pero él es el mejor jugador de tierra de todos los tiempos. Si le pega como lo ha hecho no hay nada que hacer. Por eso está donde está", sentenció.

Si a una derrota le pones sentido del humor se digiere mejor. Eso debió pensar Roddick cuando le preguntaron sobre si Rafa mantendrá ese gran nivel. Andy comenzó a mover las manos. "Es mi bola de cristal. A ver, ¿en qué mes y en qué año nació Rafa? Sí, creo que seguirá siendo un buen jugador", bromeó Roddick. Más tarde reconoció que nunca creyó en la remontada, sobre todo en la superficie ideal para Rafa, con la pista húmeda por la lluvia y con el público volcado. "No puede haber una situación más difícil para mí", dijo Andy.