Entre la goleada al Sevilla y el clásico aparece el Mundial de clubs, un torneo que puede dejar su huella en el encuentro del día 23 en el Bernabéu ante el equipo azulgrana. La posibilidad de que un jugador del Madrid pueda quedarse sin disputar el choque ante los de Ernesto Valverde si ven una roja en la final del sábado o en el encuentro para dirimir los puestos de tercero y cuarto ha desatado el malestar en el equipo blanco. Antes de eso, se medirá al modesto Al Jazira (18.00 horas, La 1), anfitrión del evento en Emiratos Árabes Unidos, que dirige Ten Cate, el técnico holandés que fue ayudante de Rijkaard en el Barcelona.

Después de convertirse en el primer club en la historia de la Liga de Campeones que conquistó dos ocasiones seguidas el trofeo de mayor prestigio, el equipo de Zinedine Zidane encara un nuevo reto y la posibilidad de firmar otro récord. Ningún equipo conquistó dos Mundiales de Clubs consecutivos y sería el broche perfecto a un 2017 repleto de alegrías para el madridismo.

En su intento por repetir título, todo lo que no sea ver al Madrid en la final del sábado sería un fracaso. El primer escollo en la semifinal de hoy es el millonario Al Jazira, un equipo del que recela Zidane. «Si pensamos que va a ser fácil nos equivocaremos. Se trata de una semifinal», afirma el técnico francés, que ya sabe que el Gremio de Porto Alegre brasileño, que ganó en la prórroga al Pachuca mexicano (1-0), sería el rival de los blancos en la lucha por el título.

BALE Y VARANE, RECUPERADOS / Para el choque ante el Al Jazira, Zidane, campeón de la Liga de Emiratos Árabes Unidos que se ha entrenado en un hotel de siete estrellas que cuenta con campo de fútbol, tiene a su disposición a todos los jugadores, incluidos Bale y Varane, que se han ejercitado con normalidad en las dos sesiones. Esa es la mejor noticia para Zizou, que ha recuperado el optimismo tras el buen partido ante el Sevilla. «Estamos en el buen camino últimamente», apuntó.

Lo que más le inquieta es la amenaza de que un jugador vea una roja el sábado y no pueda disputar el clásico, algo que Zidane considera injusto. «Puede pasar, pero se trata de dos competiciones diferentes y es algo muy fuerte si llega a pasar eso, aunque creo que no sucederá. Pienso que ante el Barcelona van a jugar todos», manifestó Zidane.

Más rotundo se mostró Marcelo sobre el asunto de las tarjetas, con el que no está de acuerdo. Pese a ello, el lateral brasileño está seguro de que no influirá en el rendimiento del equipo. «No es justo ser castigado en Liga si nos expulsan aquí, pero no vamos a quitar el pie para jugar contra el Barcelona», afirmó Marcelo.

Como ventaja en esta edición, según explicó Zidane, un cambio de horario menor que en Japón. «No es como el año pasado, hay poca diferencia de horarios y es mejor para nosotros. Llegamos el domingo, hemos entrenado dos días y la mentalidad está en la semifinal. Llegamos bien».

«Es un equipo que va a jugar sus oportunidades, haciendo todo lo posible para molestarnos en el que es su partido del año. Tenemos que estar preparados para un partido complicado», añadió Zizou.

Convertido en equipo revelación tras eliminar en el primer encuentro del torneo al Auckland City, su plan se cumplió a la perfección ante el Urawa Reds japonés que llevó el dominio sin pegada y acabó siendo víctima del contrataque del Al Jazira. Será el planteamiento que repita ante el Madrid. Encerrado en su terreno de juego con el objetivo de anular espacios y, si aguanta en pie ante la diferencia de nivel, poder lanzar algún ataque.

«Puede que no tengamos a los mejores jugadores, pero en espíritu de equipo, tengo al mejor equipo. Pelean, desafían y tienen un gran corazón. Somos un grupo que es muy difícil de superar y lucharemos hasta el último minuto», advirtió Ten Cate.