Está cansado. Y va a salir a la luz pública. Ya maneja día y hora para una rueda de prensa que se prevé explosiva y, sobre todo, reveladora. Es Angel Marcos, el hombre fuerte de la frustrada venta de acciones del Cacereño. La operación, abortada por el presidente Félix Campo después de llegarse a un principio de acuerdo, según adelantó este diario, será explicada por el exentrenador verde en el transcurso de esta semana.

"Mucha gente me ha llamado y me pide que cuente qué ha pasado realmente y por qué se ha fastidiado cuando ya había un acuerdo. Y creo que voy a hacerlo", afirma Marcos, recién regresado de unos días de descanso en el norte español, donde ha coincidido con otra parte fundamental de las conversaciones, Antonio Martínez Doblas. Este, expresidente del Díter Zafra, iba a ser el sustento económico de una operación que iba a propiciar la salida de Campo del Cacereño cuatro años y medio después de su llegada.

Marcos de momento no cuenta demasiado sobre lo que ha pasado a nivel interno y seguramente abriga en su interior la esperanza de que Campo, cada vez más solo en su proyecto, reabra las negociaciones. No es fácil: el empresario salmantino se ha mostrado hermético en los últimos días, aunque ya se ha demostrado que su voluntad es cambiante sobre este asunto. "Vamos a decir cuál era nuestra idea si entrábamos en el club: volver a cacereñizarlo y acercarlo de nuevo a la ciudad", adelanta Marcos, que ha sido entrenador y jugador de la entidad en distintas etapas y que incluso trabajó codo con codo con Campo hace tres años.