Tras lograr la tranquilidad con el Moralo, Angel Marcos afronta el clásico del domingo ante el equipo de su vida, el Cacereño.

--¿Satisfecho?

--Sí. Llegué cuando la situación era difícil. Era un equipo que no estaba hecho para estar en la zona baja y eso era una presión añadida. Tuvimos suerte en las primeras jornadas, en las que sumamos muchos puntos.

--Es extraño que usted no se juegue nada en la recta final...

--Cierto, pero tampoco estamos relajados. Después de unos meses sufriendo, ahora queremos disfrutar y seguir creciendo.

--¿Seguirá en Navalmoral la próxima campaña?

--Hemos hablado algo. Si el club quiere hacer un esfuerzo para estar en la zona alta, me gustaría seguir. Para estar en el medio no me apetece tanto, la verdad.

--¿Es especial jugar ante el Cacereño?

--No soy un sentimentalista. Hace poco jugué contra el Díter y le quitamos dos puntos que le han hecho daño.

--¿Sorprendido por el rendimiento del equipo verde?

--Antes de empezar dije que tenían peor equipo que el año pasado, pero que harían mejor año. Creo que he acertado. Se ve otro funcionamiento. Es un buen mérito del entrenador.

--Pero, ¿cree que es una de las cuatro mejores plantillas?

--La verdad es que no. Lo que pasa es que el Díter le ha dado vida y se ha complicado. No ha sabido rematar cuando llevaba muchos puntos de ventaja.

--¿Está muerta la idea de que usted y Antonio Martínez Doblas compren el club?

--De momento no se me pasa por la cabeza, aunque tampoco se puede descartar. Yo vivo el día a día. La situación del Cacereño es muy distinta a la que tradicionalmente ha tenido y no es club boyante ni atractivo. Tendría que dar un gran giro su proyecto para regresar a lo anterior.