La tenista rusa Anna Kournikova rompió a llorar ayer tras su entrenamiento de preparación del torneo sobre tierra de Birmingham, previo al Grand Slam de Wimbledon.

Kournikova, que ya fue semifinalista en el torneo londinense, se sentó en su silla tras cuarenta y cinco minutos de entrenamiento con su entrenador, el estadounidense Harold Solomon, y las lágrimas eran claramente visibles en su rostro.

No se ha desvelado la causa de las lágrimas de la rusa, a la que han molestado múltiples lesiones en la espalda y en el muslo en los últimos meses, ya que Kournikova se negó a hacer declaraciones para explicar el hecho. "Anna no está preparada para hacer comentario alguno sobre otra cosa que no sea su partido de primera ronda", afirmó un portavoz de la WTA.

Sólo ha ganado un partido en los torneos de la WTA este año y ocupa el puesto 79 de la clasificación mundial.