Ebaloncesto extremeño encara otra nueva temporada en el que se intuyen buenas expectativas en cuanto a los clubs más representantivos de la comunidad.

El Al-Qazeres repetirá en la élite del basket femenino. El mal resultado del pasado sábado ante el Perfumería Avenida de Salamanca (60-34), sin ser bueno, no debe ser ahora referencia. Falta la llegada de alguna jugadora, se acaba de empezar la pretemporada y, además, enfrente estaba el mejor equipo español. Tres razones más que suficientes como para no dramatizar. No se puede pedir ya desde el inicio que las chicas de Jacinto Carbajal puedan hacer mucho más. Pero lo van a tener difícil: entrar en la Copa de la Reina como increíblemente se hizo la pasada será empresa harto difícil. El mensaje debe basarse, otro año más, en la humildad. Y es que el club es, en realidad, muy humilde, y lo primero que debe pensarse ahora es en la permanencia.

En el Cáceres, en la LEB Oro, se perciben aires nuevos. Como si en esta campaña se pudiera pensar en objetivos mayores a los de la salvación. Hay que intentar jugar ‘playoff’ y, por qué no, pelear por el ascenso. Que por aquí sabemos que no lo todo lo hace la chequera. Hace justamente 25 años de aquel hito del ascenso de un equipo hecho para siquiera sobrevivir en la entonces Primera B, pero que soñó y despertó en la élite.

La temporada, en cualquier caso, tiene buenos visos incluso para el Plasencia, en esta temporada dando un paso adelante en la LEB Plata, con un nuevo proyecto en la categoría de bronce que querrá hacer un buen papel.

Por poner un pero, lo que menos me cuadra es que la misma ciudad extremeña tenga otro club en la EBA (Adepla). Aquí deberíamos unirnos, no emprender cada uno su particular cruzada, que eso, por lo general, no lleva a ningún lado.