La antorcha olímpica, que por primera vez viaja por los cinco contiententes, llegó muy temprano a Madrid, antes de dirigirse a Barcelona. La llama fue paseada durante un par de horas por las calles de la capital y fue pasada de mano en mano entre cerca de 30 relevistas. El Príncipe Felipe fue el encargado de prender el pebetero en la Puerta de Alcalá y después la llama fue trasladada a Barajas y la fiesta se desplazó hasta la plaza de Cibeles. Desde Madrid, la antorcha viajó a Barcelona, donde continuó su recorrido.

El pasado 25 de marzo, Día Nacional de Grecia, el fuego olímpico inició su travesía por los cinco contientes, costumbre que se remonta a los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Ayer llegó a Barajas, en torno a las 8 y media de la mañana y fue recibida a pie de pista por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, por el presidente del Comité Olímpico Español, José María Echeverría y por el embajador de Grecia en España, Arístides Agathocles.

La comitiva se desplazó a Nuevos Ministerios en un convoy especial de metro, donde la llama fue recibida por una fanfarria compuesta por ocho músicos de la Filarmónica de Madrid que volvieron a interpretar el Himno olímpico. El recorrido total fue de 12,150 kilómetros. Manuel Estiarte, primero en pontarla, confesó estar "ilusionado por haber tenido el privilegio de participar en un evento como éste".

La antorcha pasó a la nadadora Nina Zhivanevskaya, después Miriam Blasco, Blanca Fernández Ochoa, Juan Antonio Corbalán, José luis Llorente, Abel Antón y Chema Martínez, entre otros. La lista se completó con periodistas Matías Prats o Inmaculada Galván.

Tras de recorrer varios lugares emblemáticos de la ciudad --Plaza de Cibeles, Gran Vía o el Parque del Retiro-- la antorcha llegó escoltada por cuatro policías a manos del ex delantero del Atlético de Madrid, Kiko Narváez, quien la entregó al alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, en la Puerta de Alcalá. Este, a su vez se la entregó al Príncipe Felipe, quien encendió el pebetero. En el acto se encontraba la Princesa de Asturias, Letizia Ortiz, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. La llama fue trasladada a la plaza de la Cibeles, donde actuaron el guitarrista Paco de Lucía, la bailaora Sara Baras y el grupo El Canto del Loco.

En Barcelona

Desde Madrid la antorcha viajó a Barcelona, donde inició su recorrido en el estadio Olímpico de Montjuic Lluís Companys, con una actuación de Montserrat Caballé. Su hija, la también soprano Montserrat Martí, fue la primera relevista en la ciudad catalana. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el cónsul de Grecia, destacaron la importancia del acto en sus discursos.

Clos remarcó los valores de los Juegos Olímpicos y su sintonía con el Forum de las Culturas de Barcelona y por donde también pasó la llama. Asimismo, abogó por la paz en el mundo. Entre los más de 300 asistentes se encontraban varios de los relevistas que portaron la antorcha por la tarde como, por ejemplo, la periodista Maria Teresa Campos, y los deportistas Miguel Induráin y Enric Masip. Uno de los relevistas fue Lucio Carretero, un cacereño que trabaja como psicólogo en el centro de Aspainca de la ciudad extremeña.