Vaya partido, de verdad. Mereció la pena pagar la entrada porque tardará en olvidarse el triunfo del Cáceres Patrimonio de la Humanidad frente al Melilla, un 104-99 en la prórroga realmente apotéosico por muchos motivos. Fue una noche accidentadísima, incluyendo varios apagones en el pabellón Multiusos. Uno de ellos hasta obligó a interrumpir el choque durante quince minutos... y hasta pudo ser decisivo.

No derrumbó a un cualquiera, no, al final de dos horas y 25 minutos de puro baloncesto (y lucha contra la oscuridad, claro). Una vez más, el Cáceres demostró que es capaz de postrar a todos los equipos de la LEB, empezando por los más poderosos. Resulta muy difícil no valorar la temporada de estos jugadores y este cuerpo técnico en un año con tantas limitaciones, con tantos problemas en distintos frentes. Todos en pie.

El tremendo potencial del equipo melillense se mostró en la primera parte, a cuyo final se marchó con un cierto margen por delante (40-47) pese a que el Cáceres había firmado unos estupendos 20 minutos.

Fue serio el conjunto de Ñete Bohigas, mostrando sus mejores cualidades: buena circulación de balón y acierto desde el triple. A ello se unió Andraz Kavas con un par de aciertos. Gran noticia que se incorpore a la batería de tiradores verdinegros.

Pero lo mollar llegó tras el paso por los vestuarios. El partido parecía tender hacia la lógica cuando los visitantes dieron un acelerón en los primeros minutos del tercer cuarto, pero con 42-54 y 7.24 se produjo la incidencia principal: un severo apagón que obligó a detener la función.

A la larga, eso terminó siendo bueno para un Cáceres corto de rotaciones y muy necesitado de que sus principales hombres tengan el máximo descanso.

El reinicio, después de quince minutos de parón, lo demostró. Sandi Marcius empezó a humillar a los pívots rivales y sus compañeros supieron encontrarle bien para limar en un pis-pas la diferencia desfavorable. Tremenda la superioridad del croata, que apunta a ‘MVP’ de la jornada con sus 29 puntos y 5 rebotes (35 de valoración). Un triple de JC Fuller cerró el cuarto con una situación muy esperanzadora (60-62).

El tramo final tampoco tuvo desperdicio, con acciones realmente espectaculares como un triple con tiro adicional de Luis Parejo que puso el empate en el marcador (74-74, min. 35). Y por fin, tras todo el partido por detrás, el Cáceres cogió la delantera faltando 3:28 (80-78).

EMOCIÓN MÁXIMA / Fue entonces cuando unos cuantos focos volvieron a fallar, pero esta vez se decidió no parar el choque, que se estaba prolongando ya más allá de las dos horas. La luz era muy escasa.

El Melilla supo levantarse y pareció tener la victoria en la mano un par de veces en el minuto final en medio de un carrusel de tiros libres, pero Fuller, que se había sentado unos minutos, volvió a aparecer para forzar la prórroga en un momento de inspiración máxima (89-89).

Los aficionados se seguían frotando los ojos de la incredulidad y afinando la vista al mismo tiempo. Y es que en los cinco minutos adicionales la situación volvió a estar muy cuesta arriba (93-98, min. 42), pero a Fuller ya no había quien lo parase con sus constantes penPeroetraciones saldadas con falta o canasta. Hacía mucho tiempo que no se coreaba el nombre de un jugador local. una victoria así, tan fantástica, lo merecía.

CÁCERES104

MELILLA99

3Marcador por cuartos: 20-26, 40-46 (descanso), 60-62, 89-89 (final tiempo reglamentario), 104-99 (final).

3Árbitros: Pagan y Hurtado.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 1.000.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Guille Corrales (8), Nikola Rakocevic (11), Carlos Toledo (4), Sergio Pérez (14), Sandi Marcius (29) --cinco inicial-- JC Fuller (18), Luis Parejo (8), Andraz Kavas (8), Zygimantas Riauka (2).

3Melilla Baloncesto: Pedro Rivero (21), Eloy Almazán (6), Marcos Suka (21), Héctor Manzano (16), Massine Fall (0) --cinco inicial-- Jorge Sanz (9), Pablo Almazán (4), Oliver Arteaga (14), Edu Gatell (6), Alfredo Ott (2), Kevin Van Wijk (0).