Manuel Piti Hurtado siempre ha presumido de apostar por la cantera, por los jóvenes. Las victorias que con más cariño recuerda de su carrera fueron las que consiguió con una generación de niños que luego se hicieron mayores en el Cáceres CB, como los hermanos Vaquero, David Patrón o Lorenzo Díaz. "Eran doce ratas", cuenta. También en el Mérida se rodeó de frescura, de hambre , para patear las duras canchas de la Liga EBA. Pero esta vez no ha querido arriesgar o dedicarse a la enseñanza a talentos futuribles. Ha elegido un equipo experimentadísimo para su gran ocasión como entrenador jefe: llevar al equipo de su ciudad en la LEB Oro tras convencer a la directiva de que había que conseguir una plaza en ella.

Tanto es así que puede alinear un quinteto de treintañeros y que dos de sus jugadores, Lucio Angulo (35) y Harper Williams (37), son mayores que él (34). Pero el Cáceres 2016 no solo tiene años y experiencia en la LEB Oro --entre Chus Poves y José María Panadero suman más de 500 partidos en la categoría--, sino también calidad y saber lo que es jugar para ganar. Rod Brown, Angulo y Guaita estuvieron en la ´final a cuatro´ de hace unos meses en el Multiusos luchando, con papeles importantes, por subir. El base lo consiguió con el Bruesa. Su reserva, Tomás Bellas, es la única reminiscencia de Hurtado en su vieja vocación.

COMPETITIVIDAD Y es que todos saben que la LEB Oro es una categoría muy dura en la que no valen experimentos, de mucho más exigencia física que la LEB Plata y en la que cuesta mucho más caro dejar al rival solo para tirar. El Cáceres 2016 ha adelantado en el mercado a Los Barrios y Melilla en la pugna de jugadores como Adrian Moss, un buen síntoma de que el proyecto marcha en lo económico y que puede sentirse legitimado para, al menos, optar a los playoffs .