El entrenador del Cáceres 2016, Gustavo Aranzana, apostó ayer por ahuyentar los temores del equipo cuando se enfrenta a partidos que, como el de mañana en Palma de Mallorca, se desarrollan en cancha contraria. Las últimas actuaciones del club extremeño en LEB Oro fuera del Multiusos se han saldado con derrotas estrepitosas, lo que contrasta con la voracidad triunfal como locales.

"No tenemos por qué tener miedo". En esa dirección apuntó ayer el técnico en su habitual conferencia de prensa para hablar del duelo de mañana. Por ello, cuestionado por el rival, el vallisoletano antepuso los condicionantes de su propia plantilla. "Si queremos seguir optando al objetivo, tenemos que ir a ganar, haciendo las cosas bien, siendo un equipo duro y bueno en defensa. Además, ser inteligentes. Si lo hacemos así vamos a tener opciones".

Las dudas, aparte de las físicas (Taggart y Dedas están ´tocados´) sobre la condición de foráneo surgen con la simple observación de la trayectoria y los números. Por ello recordó los partidos de Girona, Cornellá o Burgos para reforzar su idea de que el equipo puede ser competitivo fuera de la comunidad. En el caso del encuentro de mañana, otra de las dificultades será el propio rival, aparte del Cáceres mismo, según Aranzana, porque "nuestro mayor problema somos nosotros".

Pero el Mallorca, según el técnico, apunta el peligro de la "necesidad, ya que se está jugando complicarse en la tabla". Lejos queda aquel triunfo balear en el Multiusos, algo que recordó también el preparador. "En la primera vuelta nos ganaron haciendo un gran juego, que nosotros no supimos leer", analizó. Pero ahora el equipo de Sastre no está igual: con 11 triunfos, ve cerca el peligro. "Ya no están tan finos, pero es un buen equipo, que anota con mucha facilidad", destacó el técnico, convencido de las posibilidades de los suyos.