El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, presidió ayer la firma del convenio entre la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y la Asociación Española de Arbitros, que pone fin al conflicto entre ambas entidades y que provocó un plante arbitral la última jornada de la pasada campaña.

El acuerdo del convenio fue firmado en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD) por Eduardo Portela, presidente de la ACB, y Felipe Llamazares, presidente de la Asociación Española de Arbitros de Baloncesto (EBA).

Llamazares calificó este convenio como "un documento histórico por ser el primero de arbitraje deportivo en una liga profesional" en España y afirmó tener tras la firma "los sentimientos de satisfacción, agradecimiento y responsabilidad".

Portela dijo que este convenio se trata de "un modelo de profesionalización del colectivo arbitral que define un nuevo marco pionero y ambicioso", que cuenta con "importantes novedades jurídicas y una mejora sustancial en las perspectivas económicas, apostando por la formación y permitiendo que el arbitraje de la ACB se considere una profesión estable".