Habrá denuncia. Los árbitros no solo quieren investigar a Piqué sino que también desean tomar medidas. El conflicto entre el estamento arbitral, liderado por Victoriano Sánchez Arminio, el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), y el central azulgrana pasa de las palabras a los hechos. No hay vuelta atrás. Cada semana que transcurre, la situación se crispa más. En apenas cuatro días, Piqué ha dejado claro que no quiere callarse ante lo que él considera una injusticia. Y los árbitros, por su parte, tampoco.

Todo arrancó en San Mamés. Ese fue el primer episodio. Pero no se detuvo en el partido de Copa cuando Piqué recordó que «todos sabemos cómo funciona esto». A partir de ahí, los árbitros entraron en acción, cansados de las críticas que reciben del central. «El abogado lo verá y se decidirá, pero lógicamente cuando se meten así con el estamento, hay que denunciarlo», recalcó ayer Sánchez Arminio en declaraciones a La Sexta, trasladando así la responsabilidad al Comité de Competición.

El CTA remitirá, precisamente, un escrito a ese comité para que investigue las palabras de Piqué, tanto en Bilbao como en Vila-real, donde volvió a recordar que el colegiado gallego Iglesias Villanueva omitiera un claro penalti de Bruno. «Debemos ser infinitamente superiores al rival para ganar», precisó Piqué en una frase que viene repitiendo en los últimos días. Por mucho que el CTA active los mecanismos legales necesarios para sancionarlo, el defensa del Barça no tiene dudas.