La leyenda del baloncesto español José Angel Arcega (Zaragoza, 31-5-64) regresa el viernes a Cáceres. Lo hace como director general del CAI Zaragoza sin que haya transcurrido mucho tiempo desde que, casi consecutivamente, primero cerrase una larga carrera como profesional en el multiusos cacereño --126 partidos oficiales como verdinegro-- y luego tuviese un papel protagonista en el frustrado intento de compra de ese mismo club, que por entonces (primavera del 2002) aún estaba en la Liga ACB.

Es esa ambigüedad de sensaciones --era un jugador adorado por la hinchada, parte de la cual criticó después que ejerciese de intermediario entre Cáceres y CAI-- lo que todavía le inquieta. El viernes se sentará en el palco al lado de Felipe Fernández, una de las personas que más abiertamente le censuró. Como la vida da tantas vueltas, Fernández ha pasado de colaborador de varios medios a presidente.

Ahora Arcega intenta liderar desde los despachos un proyecto hacia la ACB que ha pinchado irremediablemente en las dos anteriores aventuras. Es el hombre que ficha para un CAI que acumula la urgencia histórica de estar en la máxima categoría. "Es irremediable. Tenemos 7.300 socios, 600 más que el año pasado; a nuestros partidos van 10.000 aficionados y tenemos un seguimiento mediático de 600.000 personas en Aragón", cuenta el exjugador.

El recuerdo

Parece que la espina de la frustrada compra es algo que todavía no se ha sacado. "La maldad con la que algunos me trataron entonces superó el aspecto meramente personal", afirma Pepe Arcega. "Dejé muchos amigos allí y siempre lo serán, pero alguna gente siempre puede dar versiones equivocadas de lo que ocurrió", añade. En su opinión, los hechos le dan la razón: "El Cáceres --que primero descendió y cuya sociedad anónima deportiva que le albergaba quebró luego--, debió vender su plaza".

Viajando al presente, define como un momento "extraño" asistir a un Cáceres-CAI. "Quiero que el club para el que trabajo gane, pero esa sensación no es tan fuerte como otras veces. No veo a Cáceres como rival para mí", analiza.

Los maños han empezado más bien regular: una victoria y dos derrotas. "Es que en la LEB las lentejas te las juegas a partir de marzo", se defiende. Ha vuelto a construir un súper equipo que no parece jugar en la misma liga que el Cáceres, sobre el que tiene buena opinión. "Por nombres parecía destinado a estar en la mitad de la tabla, pero puede que ande más arriba. Ñete Bohigas está demostrando ser un entrenador a tener muy en cuenta para el futuro", explica.