Argentina-Brasil, un choque de fase final de un Mundial, un partido de estrellas, un clásico de alto voltaje y repercusión, tendrá una nueva versión esta madrugada en Rosario en una jornada clave de las eliminatorias de Sudáfrica 2010. En un estadio que se convertirá en una caldera por la presión que ejercerá el público, los argentinos buscarán acercarse a la clasificación y los brasileños asegurarse matemáticamente una plaza para la cita máxima de la FIFA.

La selección de Kaká saldrá al campo con la confianza que impone su liderato en la competición regional y la de Lionel Messi con la idea fija de que éste es un partido decisivo, en el que sólo la victoria permitirá a los albicelestes mirar el futuro con claridad y esperanza. A falta de cuatro jornadas para que se decida la clasificación directa de igual cantidad de selecciones y una repesca, Brasil está con un pie en el Mundial (27 puntos) y Argentina en un cuarto puesto que le incomoda (22). El quinto no tiene plaza segura.