Hará mañana 23 años, pero seguramente no será su mejor cumpleaños. El abulense Rubén Guillén se incorporó al primer equipo del Cacereño la temporada pasada de la mano de Ismael Díaz con la campaña ya empezada. No tuvo suerte ante la portería y vivió el amargo trago del descenso, aunque su corpulencia y buena colocación no pasaron inadvertidas para los directivos del Moralo, que no dudaron en ficharlo. A las órdenes de David Salvo las cosas no le fueron nada mal. Con ocho goles marcados hasta el 17 de enero, último partido como jugador moralo en Tercera, en el mercado de invierno cambió de aires para fichar por el Jerez en Segunda B. Tras un periodo de adaptación de dos semanas, Guillén se convirtió en un asiduo del equipo titular de Pastelero, con el que ha marcado 3 goles en esta segunda vuelta, el último, ante el Lorca. El domingo jugó contra el Alcalá como titular y, aunque no anotó, estuvo en el campo los noventa minutos. Ayer, en su día de descanso, sufrió un accidente que corta la progresión que acreditaba.