Domingo de repartos para el fútbol extremeño en la Segunda División B y sabor escasamente gratificante al final trasladados los marcadores a la tabla de clasificación. El sexteto de representantes del balompié regional sumaron tantas victorias, dos, como empates y derrotas. Sin embargo, el meritorio triunfo serón en Ceuta o el decoroso punto romano , marcando casi un millar de minutos después, da la impresión de que pueden servir de poco, o no, mientras Extremadura y Jerez se alejan de retos de enjundia cara al final liguero.

Lo mejor, el regusto que nos llega desde el Alfonso Murube y la victoria de los de José Mari Calvo, que demuestra que no han bajado los brazos y están dispuestos a dejarse hasta la última gota de sudor en el empeño de obrar el milagro. Es cierto que llegan rumores de la actuación del ínclito Santana Ponce, árbitro del partido al que desgraciadamente se conoce bien por estos pagos. Pero, incluso con el beneficio de la duda, qué podría decir el Villanovense en el capítulo arbitral con la campaña que lleva en ese aspecto.

También ganó el Badajoz para sacar brillo al estreno de Juanma Generelo. El conjunto albinegro se deshizo de un histórico y sigue a cinco puntos del sueño de la promoción. Visto lo visto y con lo que queda de liga no está dicha la última palabra y es pacense la esperanza extremeña de retornar a la Liga de Fútbol Profesional al día de hoy.

DOBLE EMPATE Igualó sin goles el Jerez de José Diego Pastelero ante un equipo que tiene fama de ser un auténtico cerrojo . Ahí están los números del Vecindario para quienes deseen una explicación con añadido a lo sucedido en el Manuel Calzado. También lo hizo, aunque 1-1, el Mérida tras una travesía del desierto goleador que le acercaba a la cifra de los 900 minutos sin perforar la meta rival. Lástima que la alegría del tanto les durase apenas un par de ellos mal contados a los emeritenses que encajaron enseguida el empate y parecen condenados también.

La peor parte del pastel para el Extremadura de Cisqui, que rompió su racha de partidos sin conocer la derrota justo después de hacer historia, y el Cacereño de Ismael Díaz. Que venga el asturiano y nos explique si la racha de encuentros perdidos se la puede encasquetar a la prensa.

El conjunto verde salió derrotado del campo del Marbella y perdió una magnífica oportunidad de presentar sus credenciales para quedarse en la categoría aferrado a un clavo ardiendo .

En cuanto a los azulgranas, pagaron demasiado cara su dependencia, en lo resolutivo, de hombres como Pavone o Raúl García. Con todo, Cisqui, con su crédito intacto, y los suyos tienen los deberes hechos y prometen no renunciar a nada.