El estadounidense Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour de Francia y que después de tres años vuelve a la competición, dijo en la ciudad australiana de Adelaida, donde hoy participará en una clásica previa al Tour Down Under, que no tiene "ningún miedo" a los nuevos sistemas de control antidopaje.

El siete veces ganador del Tour comentó que no está en su mejor momento, pero que no tiene "ningún problema para hacer públicos todos los detalles" de los controles de dopaje de su carrera profesional y, de esa forma, demostrar de una vez por todas que siempre ha estado limpio. Armstrong, que se encuentra acompañado en Australia por el médico Don Catlin y el técnico del equipo Astana, el belga Johan Bruyneel, agregó que desde que colgó la bicicleta ha pasado una docena de controles.

El estadounidense, que va compartir galones con la nueva joya del ciclismo mundial, el español Alberto Contador, ganador hace un par de años del Tour y el pasado año del Giro y la Vuelta, comentó que no le asusta su nueva aventura y que tampoco tiene ningún problema con el español.

Ahora se enfrenta a un test importante: exhaustivos controles médicos de sangre y orina para conseguir el denominado pasaporte biológico.