Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour, confirmó ayer en un comunicado oficial su posible regreso a la ronda francesa, tal como adelantó el martes en una entrevista publicada por el diario tejano The Austin American-Statesman . "Mientras disfruto plenamente de mi tiempo como atleta retirado con Sheryl y los niños, la reciente campaña calumniosa procedente de Francia ha despertado mi instinto de competidor. No deseo dar porcentajes sobre las probabilidades de un regreso, pero no lo quiero excluir", decía la nota hecha pública por Mark Higgins, agente del deportista.

Fue la segunda reacción de Armstrong en menos de 24 horas. "Estoy pensando en regresar al Tour. Creo que es la mejor manera de fastidiar a los franceses", advirtió el martes. La reacción ha sido producto de las acusaciones publicadas el 23 de agosto por L´Equipe , que aportó pruebas comprometedoras en el sentido de que el estadounidense se dopó con EPO en el Tour de 1999, el primero que ganó.

Ayer, precisamente, el diario deportivo francés no quiso dar una importancia excesiva a la amenaza de Armstrong. En la portada sólo apareció la noticia en una pequeña llamada.

Jan Ullrich, su histórico rival, no dio crédito al posible regreso. Y mientras, Armstrong seguía con sus actividades en Estados Unidos y los países próximos. Así, viajó ayer a México para dar su primera conferencia en castellano, lengua que entiende y habla a la perfección, pero en la que hasta ahora se había negado a expresarse en público.