Doble frente para el Extremadura Arroyo. El club de voleibol femenio medita estos días si aceptar la invitación que ha recibido para jugar en la Superliga B. Al tiempo, se ha enfrascado en una polémica con la Diputación de Cáceres, a la que acusa de "discriminación".

Respecto a la plaza en Superliga B, la Federación Española mostró su interés Arroyo tenga un equipo en la superior categoría. La invitación ya está emitida, aunque ahora se ha abierto un proceso interno en el club para ver si es lo mejor aceptar. No se quiere tener que reforzar el equipo con un número alto de jugadoras de fuera: se estima que el proyecto solo tiene sentido si pueden estar en pista buena parte de las canteranas. Por otra parte, el club emitió ayer un comunicado en el que afirma sentirse "discriminado" por la Diputación de Cáceres después de recibir 8.000 euros de ayuda. La cantidad es muy inferior a la de la Asociación Deportiva Cáceres, que milita una categoría por debajo, pero en masculino (21.000).

En opinión del secretario general del club cacereño, José Fragoso, esto supone "un flagrante hecho de discriminación femenina, algo intolerable, y más aún cuando viene de un organismo que presume de potenciar la igualdad entre los dos sexos".

La Diputación lo desmintió posteriormente en otra nota, argumentando que la subvención del Arroyo ha sido la única que ha subido de las que otorga (de 6.000 a 8.000 euros) y que también se valora el presupuesto y el trabajo de cantera. Vincula las críticas al "afán de dañar políticamente de cara a las próximas elecciones europeas".