El Extremadura Arroyo afrontará a partir del 25 de febrero la parte final del calendario de la Superliga de voleibol femenino, cinco partidos a ‘vida o muerte’, en los que al menos deberá sumar tres victorias, dos de ellas imperiosamente ante VP Madrid y DSV CV Sant Cugat, y esperar a que sus rivales directos para eludir el descenso de categoría no agreguen más triunfos a sus respectivos casilleros, para certificar la permanencia.

En la actualidad, el equipo extremeño ocupa la última plaza con tan solo tres puntos, a ocho puntos de VP Madrid y Sant Cugat, formaciones con las que se medirá en las dos próximas jornadas.

Pero más allá de eso, el cuadro que entrena Adolfo Gómez buscará ese primer triunfo de la campaña, con un gran componente de carácter balsámico, que de alguna servirá para mitigar el desgaste de una temporada dolorosa.

«Es muy duro trabajar cada semana un sinfín de horas, en muchos casos robadas a los propios horarios laborales de muchas de las jugadoras, para no conseguir el premio de una victoria», comenta el técnico, que considera que «es igual de duro que cuando pides el apoyo de una afición que nunca te da la espalda, y a la cual no puedes obsequiar con el triunfo».

En cualquier caso, asegura que la plantilla continuará «trabajando a tope en cada entrenamiento y dando lo mejor de sí en cada partido, en pos de esa primera victoria».