Mikel Arteta acaparó los méritos del triunfo del Everton en el campo del Wigan (0-2), donde firmó los dos goles y subrayó su liderazgo. La visita al campo del Wigan respaldó su espíritu goleador. Asumió la responsabilidad al transformar el penalti que abrió el marcador. Después, redondeó la faena con otra diana en el último minuto.

Horas antes, Xabi Alonso había salido del césped de Anfield como un héroe. Completó 90 minutos excelsos en la organización del fútbol del equipo de Rafael Benítez --que derrotó 2-0 al Chelsea-- y en las labores de destrucción. Tuvo que retirarse sangrando para curarse la rotura del labio, producto de un rodillazo de Didier Drogba. Pepe Reina disfrutó de una tarde sin excesivos sobresaltos y cumplió en sus escasas intervenciones.

En el Arsenal, Cesc Fábregas mantuvo la regularidad que caracteriza su fútbol. Trabajó y ordenó. Del fruto del conjunto londinense llegó el premio y la victoria ante el líder, el Manchester United (2-1).

Mientras tanto, Iván Campo salió malparado del estadio del Middlesbrough, en el que no jugó Gaizka Mendieta (5-1). Tampoco saltó al campo Albert Luque --pendiente de un traspaso-- en el Newcastle.