Un nuevo frente de batalla se vislumbra en el baloncesto español, castigado en los últimos años por el enfrentamiento entre varios de sus actores. Ahora va a ser la pretensión de la Asociación de Clubs de Baloncesto de reducir a uno los ascensos a la Liga Endesa, tanto en las dos próximas campañas --para reducir su número de miembros de 18 a 16-- como en el futuro. Eso, claro, disgusta a los clubs de la LEB Oro, en cuyas bases de competición aparece con claridad que subirán a la máxima categoría los dos mejores de cada temporada.

Ocurrió en la reunión de los clubs de la ACB del pasado lunes. «La asamblea ha convenido el siguiente camino: dos descensos y un ascenso en las temporadas 2017-18 y 2018-19, alcanzando la cifra de 16 clubs participantes en 2019. Desde la temporada 2019-20 en adelante se produciría un ascenso y un descenso», comunicó mediante una nota pública. En ella se asumía que es un proyecto que no puede llevar a cabo de forma unilateral y que ayer mismo este acuerdo se trasladará «mediante una comisión de clubes al Consejo Superior de Deportes y a la Federación Española de Baloncesto con el objetivo de alcanzar un entente global antes de que las ligas avancen».

Y es que tanto la Liga Endesa como la LEB Oro --con el Cáceres Patrimonio de la Humanidad-- arrancan el próximo fin de semana y por lógica todos deben saber cuántos suben y cuántos bajan. Particularmente la situación puede tensarse entre los clubs de la segunda división, muchos de los cuales habían afrontado la temporada con ilusiones redobladas después de que las condiciones de ascenso a la Liga Endesa se hayan suavizado notablemente: de aproximadamente 4,7 millones de euros ‘de una tacada’ a 1,6 pagables en cuatro años.

Las pretensiones de los clubs de la Euroliga de aligerar su calendario a medio plazo es uno de los motivos que ha propiciado esta nueva propuesta, que difícilmente será aceptada por los componentes de la LEB Oro, que reserva una plaza de ascenso para el campeón de la liga regular y otra para el de los playoffs.