ATHLETIC 0: Aranzubia; Javi González, Gurpegui, Karanka, Del Horno; Iraola (Jonan, min.57), Orbaiz, Tiko (Larrazabal, min.89), Yeste (Ezquerro, min.46); Joseba Etxeberria y Urzaiz.

CELTA 0: Cavallero; Velasco, Méndez, Berizzo, Juanfran; Angel, José Ignacio, Borja Oubiña, Gustavo López (Milosevic, min.75); Ilic (Mostovoi, min.63) y Edú (Jesuli, min.88).

ARBITRO: Esquinas Torres (Colegio Madrileño). Expulsó a Karanka en el minuto 87, por doble amonestación. Además, mostró tarjeta amarilla al visitante Juanfran.

El Athletic y el Celta firmaron en San Mamés un empate penoso e insípido por el juego y claramente insuficiente para ambos en sus respectivos objetivos, europeo el bilbaíno y de salvación el vigués.

En su debut con el primer equipo celeste, el tándem Carnero-Sáez se la jugó dejando en el banquillo a parte importante del talento que incuestionablemente atesora la plantilla que ahora tienen bajo su responsabilidad, la que suman entre Mostovoi, Milosevic, Jesuli y hasta Vagner.

Con ello, no pareció lograr demasiado, aunque si cierto orden entre sus líneas y una aparente solidez en la parte de atrás que quizás se debió más a la incapacidad del Athletic de hilvanar alguna jugada que fuste que a la propia mejoría visitante.

Mejoraron algo en ataque los dos equipos en la segunda mitad y para el minuto 4 Urzaiz ya tuvo la ocasión más clara del partido en un cabezazo a centro de Javi González que despejó el guardameta argentino.

Un tiro cruzado de Juanfran, un penalti del lateral izquierdo a Del Horno que Esquinas no vio y un disparo de Gustavo López que blocó en posición acrobática el portero local dieron paso al último cuarto de choque.

Las visitantes, un cabezazo tras córner de Edu que Tiko, sin apuros, sacó bajo palos y un tiro cruzado de Mostovoi que no se coló en la portería local porque dio en un defensa. Esta jugada llegó ya tras la expulsión a Karanka.

Como también otra más clara que la del ruso, una última ocasión de Urzaiz, a quien Cavallero le volvió a sacar un cabezazo a centro de Javi González que parecía imposible de parar ya en el 93.